La conquista del Nuevo Mundo fue impulsada por instituciones como los Estados monárquicos, la Iglesia Católica y las grandes compañías comerciales. Pero la importancia de estas instituciones no debe hacernos olvidar que los protagonistas de este proceso histórico fueron los conquistadores, hombres reales, de carne y hueso. ¿Quiénes fueron estas personas? ¿Qué motivos los impulsaron a cruzar el océano, pese a los riesgos que la empresa suponía? ¿Cuál fue la visión que estos hombres tuvieron al tomar Contacto con una realidad geográfica y humana tan diferente de la propia?
Los conquistadores eran hombres con poca o ninguna fortuna en tierras o en dinero, aunque algunos de ellos eran de origen noble. Llegaron a América esperando lograr en el Nuevo Mundo los objetivos que en Europa les resultaban inaccesibles. Estos objetivos eran la riqueza, el prestigio social y su contribución a la misión cristiana de evangelizar a los indígenas americanos. Sobre todo en los primeros años de la conquista, los conquistadores imaginaban que iban a alcanzar sus utopías sin conflicto. Esperaban que las riquezas fueran la base de una posición de reconocimiento social en tierras americanas; y que, al regresar a España, la fortuna y el prestigio social recién adquiridos estuvieran legitimados por su servicio prestado a la expansión del cristianismo. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de los conquistadores no realizó sus utopías.
Los conquistadores se fueron diferenciando entre sí. Rápidamente, entre ellos se establecieron diferencias de jerarquía y autoridad: los que actuaban en México y en Perú obtenían mayores recursos económicos que los que actuaban en las islas del Caribe. Pero, en el continente, sólo un reducido grupo de hombres relacionados directamente con los jefes de las expediciones obtuvieron el título de encomenderos. A los encomenderos se les confiaban porciones de población indígena y se les otorgaba el derecho de obtener de ella tributos, emplearla como mano de obra en sus empresas particulares (minería, plantaciones, talleres textiles, entre otras), y recibir el pago de sus jornales si trabajaban fuera de la encomienda. Estos beneficios se otorgaban teóricamente a cambio de la obligación de evangelizar a los indígenas encomendados. Como resultado de esta diferenciación, muchos conquistadores vieron cerrado su acceso a los niveles superiores de riqueza y prestigio social. Fueron frecuentes las intrigas políticas y los enfrentamientos armados entre grupos que se oponían a los conquistadores más poderosos.
Los conquistadores se fueron diferenciando entre sí. Rápidamente, entre ellos se establecieron diferencias de jerarquía y autoridad: los que actuaban en México y en Perú obtenían mayores recursos económicos que los que actuaban en las islas del Caribe. Pero, en el continente, sólo un reducido grupo de hombres relacionados directamente con los jefes de las expediciones obtuvieron el título de encomenderos. A los encomenderos se les confiaban porciones de población indígena y se les otorgaba el derecho de obtener de ella tributos, emplearla como mano de obra en sus empresas particulares (minería, plantaciones, talleres textiles, entre otras), y recibir el pago de sus jornales si trabajaban fuera de la encomienda. Estos beneficios se otorgaban teóricamente a cambio de la obligación de evangelizar a los indígenas encomendados. Como resultado de esta diferenciación, muchos conquistadores vieron cerrado su acceso a los niveles superiores de riqueza y prestigio social. Fueron frecuentes las intrigas políticas y los enfrentamientos armados entre grupos que se oponían a los conquistadores más poderosos.
En mi opinión:
Su misión era descubrir nuevas tierras y hacerse con nuevas riquezas primero, y evangelizar e educar, después. Indígenas: De diferentes modos. Algunos, los vieron primero como dioses. Otros, como conquistadores, gente muy poderosa que ponía en peligro su dominio (estas eran poderosas naciones, como los Aztecas o los Incas, que tenían dominada sus regiones, y los españoles se lo quitaron). Y muchos otros, los enemigos y pueblos que estaban subyugados a los poder de los otros como libertadores.
Por ejemplo, los tlaxcaltecas, que habían estado siempre sufriendo la guerra de los aztecas (Guerras de primavera creo que se llamaban), se aliaron a las tropas de Cortés, y era el grueso de su ejército.
Como apunte, quiero decir que una grandísima parte de las muertes fueron a causa de la viruela y otras enfermedades que sí que llevaron los españoles. Por otro lado, en cuanto a lo del genocidio, fueron los ingleses los que nos acusaron de él (lo que hace entreveer la frase "mira quién habla").
"Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo."
Intertesante su comentario sobre la conquista, los nativos no presentaron resistencia, porque los consideraron como sus dioses, eso fue en un principio;rapidamente se convencieron que no era así.
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